Alimentación para gatos: lo bueno y lo malo
La mayoría de los gatos no tienen problemas para comer, pero algunos necesitan un poco de persuasión para mantener una dieta saludable. Siga estos consejos de alimentación y su gato comerá todos los días.
Alimente a su gato con comida para gatos enlatada y seca: tanto la comida enlatada como la seca le darán a su gato la nutrición que necesita, pero la comida seca también ayuda a limpiar sus dientes.
Alimente a su gato dos veces al día: la comida seca se puede dejar todo el día para que su gato pueda comer cuando quiera. Los gatitos y los gatos mayores necesitan comidas más pequeñas pero más frecuentes.
Sea constante: su gato le dirá qué marca y sabores le gustan más y, a menudo, ¡no tocará nada más! Trate de no cambiar la dieta de su gato con frecuencia, ya que esto puede causarle malestar estomacal.
Sea higiénico: asegúrese de que los tazones de comida y agua estén bien alejados de la bandeja de arena. Los tazones de comida, incluidos los que solo se utilizan para alimentos secos, deben limpiarse a diario. Los gatos son criaturas exigentes y algunos no comen de tazones usados.
Proporcione agua de fácil acceso: el agua limpia y fresca siempre debe estar accesible; nunca le dé leche a su gato, ya que esto podría causarle malestar estomacal. El agua debe estar contenida en un recipiente de cerámica o metal. Es recomendable tener un segundo cuenco de agua, colocado lejos de los comederos, debajo de un escritorio o cama.
Estimule a su gato: puede aprovechar las horas de las comidas para estimular a su gato ocultando las porciones de comida o colocando comida en una bola de actividad.
Sepa lo que no puede comer: no todos los alimentos y artículos cotidianos son seguros si su gato entra en contacto con ellos. Aprenda qué artículos son particularmente peligrosos para su gato.
¿QUÉ NO PUEDEN COMER LOS GATOS?
Algunos alimentos y artículos cotidianos no son seguros para que los gatos coman o entren en contacto con ellos. Conozca algunos elementos que son particularmente peligrosos para su gato.
ALCOHOL
Al igual que los humanos, los gatos pueden intoxicarse cuando beben alcohol, pero se cree que tan solo una cucharada de alcohol puede ser seriamente problemático para su gato y causar daño hepático y / o cerebral.
CEBOLLAS
La familia de las cebollas, ya sea que se consuman crudas o cocidas, en cantidad suficiente puede provocarle a su felino un malestar digestivo desagradable y es mejor evitarlas. Mantenga estos alimentos fuera del alcance de su gato.
LECHE
La mayoría de los gatos son intolerantes a la lactosa y darles un platillo de leche puede provocarles un desagradable malestar estomacal. Es mejor dejar un recipiente con agua fresca, ya que la leche para gatos de marca no tiene valor nutricional.
CHOCOLATE
Al igual que con los perros, el chocolate es venenoso para los gatos gracias a su sustancia clave, la teobromina. Incluso una pequeña cantidad puede causar problemas cardíacos, insuficiencia renal y / o convulsiones, por lo que siempre es mejor mantener esos bocadillos de chocolate escondidos.
LIRIOS
A los gatos les gusta comer pasto cuando están afuera, pero a veces traen este hábito al interior y mastican plantas de interior y muchas de estas pueden ser tóxicas. Los lirios en particular tienen un aroma dulce que atrae a los gatos curiosos, sin embargo, su polen anaranjado es altamente tóxico y causa insuficiencia renal fatal en los gatos. El cepillado de la flor puede hacer que las partículas de polen se adhieran a su pelaje que se ingieren durante el aseo. Evite tener este tipo de plantas de interior en su casa.
ANTICONGELANTE (ETILENGLICOL)
Los gatos encuentran atractivo el anticongelante por su sabor dulce. El etilenglicol es el compuesto químico que se encuentra en la mayoría de los anticongelantes y es muy tóxico para los gatos. Incluso unas pocas gotas de esto en un charco o derrame debajo de su automóvil son suficientes para causar un daño renal grave, si no fatal, si su gato se lo comiera o lo atravesara y luego se lamiera las patas. Los síntomas incluyen vómitos, babeo, pérdida de apetito, micción excesiva o ninguno en absoluto.